Autor: Julio Ugalde (Innovación en GEM)
A medida que las fuentes de energía renovables se expanden en nuestra red, la necesidad de sistemas fiables de almacenamiento de energía de larga duración (LDES) -capaces de almacenar más de 8 horas- es crucial.
Las tecnologías LDES van más allá del mero almacenamiento; mejoran la estabilidad de la red, optimizan el uso de la energía y garantizan la fiabilidad del servicio.
Este artículo destaca dos prometedoras tecnologías LDES -baterías de flujo y almacenamiento térmico de energía (TES)- y sus aplicaciones prácticas.
Fuente: Informe McKinsey/LDES y Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada-Energía
Baterías de flujo: Mejora de la estabilidad y fiabilidad de la red
Las baterías de flujo están llamando la atención por sus ventajas económicas frente a las tradicionales baterías de iones de litio para almacenamientos de larga duración. Ofrecen ventajas únicas, como la capacidad de desacoplar energía y potencia, lo que las hace especialmente eficaces en escenarios en los que la fiabilidad de la red es crucial. Además, al final de su vida útil, el electrolito conserva un importante valor residual, lo que contribuye a su sostenibilidad.
En zonas con un elevado uso de energías renovables, las baterías de flujo almacenan el exceso de energía durante los picos de generación y lo liberan durante los momentos de baja producción, garantizando un suministro constante. Estos sistemas estabilizan microrredes en lugares remotos o aislados, proporcionando energía fiable independientemente de la red principal. También pueden integrarse en proyectos a escala comercial, ofreciendo un equilibrio esencial de la red durante periodos de baja producción renovable. Su larga capacidad de descarga es ideal para infraestructuras críticas como hospitales y centros de datos, donde es vital disponer de energía ininterrumpida.
Almacenamiento de energía térmica: Soluciones versátiles para la descarbonización industrial
Los sistemas de almacenamiento de energía térmica (TES) se están convirtiendo en tecnologías clave en diversos sectores, con empresas como Rondo y Electrified Thermal Solutions (ETS) a la cabeza. Los sistemas TES se adaptan a distintos rangos de temperatura, lo que los hace idóneos para diversos procesos industriales. Pueden almacenar el exceso de producción de energía renovable en forma de calor y suministrarlo directamente a las operaciones, lo que resulta valioso en sectores que requieren calor constante, como la fabricación, el procesamiento de alimentos y la industria pesada.
Al proporcionar calor directo, los sistemas TES ayudan a las industrias a reducir el uso de combustibles fósiles, disminuir las emisiones y mejorar la eficiencia. Ya sea manteniendo temperaturas para la síntesis química, apoyando el procesamiento continuo de alimentos o suministrando calor para la producción de materiales, TES ofrece soluciones flexibles que apoyan la descarbonización. Estos sistemas almacenan el exceso de calor cuando la demanda es baja y lo liberan cuando es necesario, garantizando una producción ininterrumpida incluso durante las fluctuaciones de las energías renovables.
A medida que las tecnologías LDES, como las baterías de flujo y los TES, sigan evolucionando, su capacidad para satisfacer necesidades específicas de almacenamiento -ya sea durante horas o días- será vital en la transición hacia las energías renovables. Estas soluciones versátiles pueden adaptarse a las diversas demandas del sector, garantizando un cambio fiable y sostenible hacia la energía limpia.