13 Mar 2024
5 min

La visión y perspectivas del grupo EDP para 2024

El equipo directivo de EDP comparten su visión y anticipan los principales retos para 2024. En las próximas páginas, descubra lo que nos depara el futuro próximo, en una fase crucial para alcanzar los objetivos clave de la transición energética.

Miguel Stilwell d'Andrade

En un contexto macroeconómico inestable, seguir diversificando la cartera de renovables a escala mundial es el principal objetivo de la empresa en un año en el que espera alcanzar los 4 GW de capacidad renovable. 2024 también será un año para seguir invirtiendo fuertemente en redes eléctricas, un segmento clave para la transición energética. ¿Cómo ve la evolución del papel de EDP en la transición energética mundial y qué esfuerzos se prevén para contribuir positivamente al cambio que el mundo necesita?

La transición energética es fundamental para combatir eficazmente el cambio climático y esencial para afrontar los retos de la seguridad energética y la accesibilidad a las energías limpias. Nuestros objetivos son claros: eliminar el carbón, mantener el gas como reserva a corto plazo y seguir invirtiendo fuertemente en energías renovables, redes y eficiencia energética apoyando a nuestros clientes. Por otro lado, es crucial que sigamos el ritmo de los cambios en el mundo y en el sector, utilizando cada vez más las herramientas digitales, la innovación tecnológica e invirtiendo en competencias y talento.

Los casos de los proyectos offshore Windfloat y el proyecto solar flotante en Alqueva son paradigmáticos en este sentido.

El mensaje principal es que necesitamos acelerar la expansión de las renovables y garantizar más inversión e innovación para reducir costes. EDP está preparada para ello, pero necesitamos estabilidad regulatoria. Y el contexto macroeconómico no ayuda, además de la intensificación del cambio climático.

La transición energética requiere un compromiso serio por parte de todos: gobiernos, empresas y sociedad civil. EDP tiene hoy una presencia mundial en cuatro regiones (Europa, Norteamérica, Sudamérica y Asia-Pacífico) y desde hace más de dos décadas viene apostando claramente por las renovables, pasando de casi un 80% de generación térmica entonces a más de un 85% de generación renovable hoy.

Y lo hemos hecho rigiéndonos por el principio de transición justa, colaborando con los gobiernos y las autoridades locales de las regiones afectadas por el desmantelamiento de activos térmicos, como Sines, y con planes para contar en esos lugares con “polos de energía verde” que incluyan renovables, hidrógeno verde, almacenamiento y flexibilidad.

En la actualidad, nuestras emisiones globales son un 48% inferiores a las de 2015 y nuestro objetivo es reducir las emisiones absolutas en un 90% de forma generalizada de aquí a 2040. Tenemos un plan de inversión de 25 millones de euros entre 2023-2026, de los cuales unos 21 millones (85%) corresponden a energías renovables, incluidas la eólica, la solar, el hidrógeno verde y las tecnologías de almacenamiento de energía, combinadas con una mayor inversión en nuestras redes y una oferta cada vez más sostenible a nuestros clientes.

Miguel Stilwell D'Andrade, CEO da EDP

EDP está preparada para el gran reto de la transición energética

¿Cuáles serán las prioridades de este año? ¿En qué ámbitos será más importante invertir y a qué preocupaciones debemos prestar más atención?

De cara a 2024, nuestro objetivo sigue siendo aumentar nuestra cartera de energías renovables en todo el mundo, principalmente en Europa y Estados Unidos. El año 2023 estuvo marcado por algunos retrasos en la instalación de nueva capacidad renovable, por lo que en 2024 tenemos el reto añadido de cumplir el objetivo de instalar unos 18 GW de capacidad renovable entre 2023 y 2026, anunciado al mercado en el Capital Markets Day de marzo del año pasado. Estoy seguro de que todos nuestros equipos están trabajando para alcanzar este objetivo. Paralelamente, seguiremos invirtiendo en redes eléctricas, un segmento clave para la transición energética.

¿Cuáles son las estrategias de inversión de la empresa para seguir garantizando la modernización de las redes de energía a largo plazo? ¿Qué avances concretos está experimentando el sector en la actualidad?

Las redes de distribución y transporte son un apoyo inequívoco para la transición energética, y requieren una gran inversión para hacer frente a una mayor producción distribuida, la electrificación de la economía, la movilidad eléctrica y el creciente autoconsumo. Se trata de una tendencia presente en los países más desarrollados, que obliga a que las redes sean cada vez más descentralizadas, digitalizadas y flexibles.

En línea con esta tendencia, la estrategia de inversión del grupo en redes implica una fuerte apuesta por su modernización, que permita viabilizar esta transición. EDP invertirá 3.200 millones de euros hasta 2026 para reforzar la digitalización, inteligencia, resiliencia y eficiencia de nuestras infraestructuras en las tres geografías en las que operamos en redes: Portugal, España y Brasil.

Hay que decir que la digitalización desempeña un papel central. Este ciclo de inversión reforzará la transformación digital de las redes para garantizar la calidad, la eficiencia y la seguridad física y ciberfísica. Se seguirá apostando por la automatización, el control, el telecontrol y la sensorización de la red, al tiempo que se capitaliza la inversión realizada en “inteligencia” de red, gestionando datos reales sobre el comportamiento de la demanda energética y aplicando la información contenida en los mismos para actuar sobre la red, en particular resolviendo las situaciones más problemáticas en relación con la calidad del suministro energético.


"Seguiremos trabajando en nuestro modelo organizativo para garantizar una estructura que refleje adecuadamente nuestra internacionalización y que favorezca cada vez más la colaboración, eficiencia y agilidad en la toma de decisiones"

 


¿Cuáles serán los retos de EDP el año que viene desde el punto de vista de las personas, su desarrollo y cohesión, y la atracción de talento?

Con más de 13.000 empleados en todo el mundo, espero que EDP siga evolucionando como organización global apoyada en un propósito común (“Our energy and heart drive a better tomorrow”) que influya positivamente en la experiencia laboral y el sentimiento de pertenencia de nuestra gente. Esto ha sido muy evidente en el último año.

Por ello, y conscientes del camino que estamos recorriendo como organización, seguiremos trabajando en nuestro modelo organizativo para garantizar una estructura que refleje eficazmente nuestro carácter global y que potencie cada vez más la colaboración, la eficiencia y la agilidad en la toma de decisiones.

Nuestro historial de resultados generalmente positivos en materia de clima organizativo, junto con el reconocimiento internacional recurrente de EDP como uno de los mejores empleadores, demuestran el compromiso de la empresa con una experiencia laboral positiva y atractiva. También estamos comprometidos con una experiencia de contratación cada vez más global, rápida e inclusiva. Seguiremos esforzándonos por garantizar un modelo de retribución y prestaciones cada vez más atractivo y competitivo en el mercado. También pretendemos reforzar una cultura de retroalimentación y transparencia que promueva la meritocracia.

En términos de desarrollo, seguiremos, por un lado, acelerando el desarrollo de nuestros líderes, formándoles para un papel cada vez más global y permitiéndoles desarrollar sus propios equipos. Sin embargo, necesitamos desarrollar las competencias empresariales necesarias que nos permitan responder a los nuevos retos de la transición energética, no solo a través de una formación cada vez más adaptada a las necesidades de cada individuo, sino también a través de nuestro mercado global de oportunidades de movilidad interna, uno de los mayores atractivos de nuestra organización.