En un mundo cada vez menos dependiente de los combustibles fósiles, el hidrógeno (H2) tiene un papel fundamental para acelerar ese cambio y lograr la neutralidad de carbono. Como carrier (portador) de energía o catalizador para su producción, el H2 es el puente hacia un futuro más verde.
Es difícil imaginar un mundo sostenible sin incluir el hidrógeno en la ecuación de la evolución de la economía. João Nicolau, Hydrogen projects head (responsable de los proyectos de hidrógeno) de EDP, cree que será incluso imposible: “Solo con el H2 alcanzaremos este objetivo. El hidrógeno verde se produce a partir de electricidad renovable y en su uso no se emite CO2”. Opinión compartida por António Vidigal, de EDP Inovação, quien destaca el hecho de que hay “un conjunto de usos que no son electrificables”. Más bien, cree que “la electricidad y el hidrógeno son convincentes por derecho propio. Sin embargo, si los combustibles fósiles son el problema, hay que cobrar impuestos para acelerar su descontinuación”.
En industrias donde el hidrógeno ha sido una materia prima esencial durante décadas, como la petroquímica, la refinación y la producción de amoníaco, lo que queda por hacer es asegurar su evolución en lo que se refiere al 'color', del gris y el azul al verde (sepa más sobre los colores del Hidrógeno). Y es en este aspecto donde destaca la versatilidad del H2. “Su producción a partir de fuentes renovables puede reemplazar, por ejemplo, el uso de combustibles fósiles”, recuerda João Nicolau, destacando esta solución también "en la producción de calor industrial, como en las industrias del vidrio, cerámica o acero"
En estos sectores intensivos desde el punto de vista energético, Nuno Filipe, project manager (director de proyectos) de EDP NEW, también destaca el aluminio, el cemento y “la producción de amoniaco verde, como Bondalti lo hará en Estarreja”.
Versátil y estratégico
Son los múltiples usos, siempre eficientes desde el punto de vista medioambiental, los que sitúan al hidrógeno en la vanguardia del sector energético. El H2 se puede utilizar para complementar o reemplazar el gas natural en ciertas industrias; puede llegar a ser el "combustible" de elección para los medios de transporte en los casos en que la electricidad no sea suficiente (vehículos pesados, trenes, aviación, navegación marítima); se puede producir utilizando electricidad para aprovechar los períodos en los que la red tiene menos demanda; y también se puede utilizar para generar electricidad en períodos de mayor demanda y menor producción.
No es una coincidencia que muchos de los estudios más recientes sobre la producción de hidrógeno verde estén estrechamente asociados con los sitios de producción de energía renovable, ya sea solar, eólica o eólica marina. Siempre en una estrategia de equilibrio y aprovechamiento de la producción energética. Como el proyecto BEHYOND, en el que participa EDP Inovação, que pretende evaluar la producción de hidrógeno en parques eólicos marinos. “El hidrógeno verde producido a partir de fuentes de energía renovable se convertirá en uno de los principales impulsores de la descarbonización y al mismo tiempo mitigará la intermitencia de las fuentes de energía renovable”, explica Sofia Ganilha, project manager de BEHYOND.
"El hidrógeno verde se convertirá en una de las principales impulsores de la descarbonización y al mismo tiempo que mitiga la intermitencia de las fuentes de energía renovable"
Sofia Ganilha, project manager de BEHYOND.
Incluso a nivel de infraestructuras industriales obsoletas, el hidrógeno ofrece ventajas en términos de eficiencia. La conversión de centrales que funcionan con carbón o que utilizan otros combustibles es siempre una hipótesis sobre la mesa. Evitar el desmantelamiento total de una unidad industrial, adaptándola, también significa promover la eficiencia y el medio ambiente, así como el empleo y la economía local, evitando la construcción de otra 'fábrica' en otro lugar.
Europa confía en el hidrógeno
En 2020 se puso en marcha la Alianza Europea por el Hidrógeno Limpio, de la que forma parte EDP, y los objetivos de promover el H2 como vehículo de descarbonización son claros. Es un “facilitador clave para lograr los objetivos del Pacto Verde Europeo y la transición de Europa hacia las energías limpias”, se lee en la presentación de la alianza, que también destaca esta solución para “descarbonizar los procesos industriales y sectores económicos donde reducir las emisiones de carbono es tan urgente como difícil”.
Las metas que salieron en el Acuerdo de París, en 2015, son claras. Es necesario orientar la inversión hacia la promoción de tecnologías de bajas emisiones, con el fin de garantizar que la temperatura media global no suba más de 2 ºC hasta el 2100, intentando también acercar este incremento a 1,5 ºC. Y el hidrógeno verde, con la constante evolución de la tecnología, que ya empieza a notarse por su coste de producción, encaja a la perfección con este diseño global.
EDP se ha comprometido con estrategias de descarbonización global desde hace varios años, con proyectos de transición energética, inversión en innovación y una apuesta cada vez mayor por las energías renovables en Portugal y en otros países. EDP presentó recientemente un plan para el periodo comprendido entre 2021 y 2025, que prevé una inversión de 24.000 millones de euros en la transición energética (incluido el hidrógeno) para poder anticipar en 20 años los objetivos internacionales de neutralidad de carbono, previstos para 2050. El hidrógeno es solo un paso más en el ya largo camino de EDP, pero un paso seguro que llevó a la reciente apuesta por una nueva unidad de negocio, H2BU.
“H2 y electricidad, más que competidores directos, en el futuro tenderán a ser complementarios, por sus distintas características y aplicaciones”.
João Nicolau, Hydrogen projects head de EDP
H2 como complemento de la energía eléctrica
João Nicolau cree que el H2 y la electricidad, más que competidores directos en el futuro en determinadas áreas, “tenderán a ser complementarios, por sus características y aplicaciones distintivas”. Y es precisamente de esta forma que podemos lograr “una descarbonización más rápida de la economía”.
Pedro Valverde, gerente de Cleaner Energy (Energía más limpia) de EDP Inovação, también ve el hidrógeno como un complemento de la electricidad, “cada uno con su potencial y aplicación”. Por otro lado, ya que hace falta una gran capacidad eléctrica para la producción de hidrógeno, Pedro Valverde señala que “se están desarrollando caminos y tecnologías para su transporte desde los lugares donde hay más recursos renovables y potencial para la producción de H2 de una manera más competitiva hacia las regiones de mayor consumo”. Portugal, por el peso creciente de las renovables y un potencial aún mayor, es uno de los países que pueden convertirse en grandes exportadores de hidrógeno.
“Se están desarrollando caminos y tecnologías para el transporte de hidrógeno desde los lugares donde hay más recursos renovables y potencial para la producción de H2 de una manera más competitiva”
Pedro Valverde, gerente de Cleaner Energy en EDP Inovação