La tercera fase de privatización de EDP se llevó a cabo en junio de 1998, con la venta de más de 97.100.000 acciones de la empresa, correspondientes al 16,2 % del capital. La operación fue aprobada por el Decreto de Ley nº 94-C/98, de 17 de abril, habiendo establecido los términos definitivos por la Resolución del Consejo de Ministros nºs 65/98 y 71/98.
Se atribuyó un premio de lealtad de 1 acción por cada 25 acciones suscritas y retenidas por más de un año a los pequeños accionistas suscriptores, emigrantes y trabajadores de EDP.