Consumimos los recursos naturales de la Tierra a un ritmo cada vez mayor.
Según la publicación Visión 2025 del WBCSD, si seguimos con el mismo ritmo de crecimiento poblacional y hábitos de consumo, en el año 2050, se necesitarán 2,3 planetas para satisfacer las exigencias de producción y consumo. Además, según la ONU, cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico en el mundo y solo se recicla el 9 % de los residuos producidos. Los impactos negativos son evidentes y, en algunos casos, irreversibles. La economía circular está a la vanguardia como solución a este problema que, tarde o temprano, nos afectará a todos.
La Economía Circular apuesta por un nuevo modelo económico, que busca incrementar el valor de los recursos naturales manteniéndolos el mayor tiempo posible en uso. Al extender el ciclo de vida de un producto, se evita el exceso de desperdicio, con obvios beneficios para familias, empresas y países. Y no menos importante, para la sostenibilidad del planeta.
Este paradigma se basa en soluciones innovadoras y modelos de negocio repensados, que también pueden ser una oportunidad real: la Unión Europea evalúa la Economía Circular como una oportunidad de unos tres trillones de euros.
A pesar de todas las variables y escenarios, casi siempre hay un objetivo en común: el plástico. Millones de toneladas invaden los mares y océanos cada año y se estima que en 2050 habrá más plástico en ellos que peces. La estrategia global para reducir este impacto es reducir el consumo de plásticos de un solo uso. El reciclaje, aunque positivo, debe verse como el destino final, buscándolo solo cuando la reducción y la reutilización no sean posibles.
Ventajas ambientales, económicas y sociales
Debemos poder alejarnos del crecimiento económico y el desarrollo humano del uso irresponsable de los recursos naturales. Y, con este nuevo concepto de Economía Circular, los beneficios son numerosos, con efectos en todos los pilares de la sostenibilidad:
- Medio ambiente: el uso eficiente de los recursos permite reducir la huella ecológica de productos y servicios. Ganan las poblaciones - espacio, tiempo, calidad de vida - y ganan los ecosistemas, que incluso se fortalecen para combatir el Cambio Climático. Según el informe “Sinergias circulares: Desafios para Portugal”, del BCSD - Business Council for Sustainable Development, o sea Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible, de aquí a 2030, la Economía Circular puede permitir un ahorro de 600.000 millones de euros y una reducción de las emisiones de CO2 de 450 millones de toneladas.
- Economía: en las empresas, la búsqueda permanente de la eficiencia y el aumento de la productividad son impulsadas por el paradigma circular. Nuevas soluciones para reducir costes y aumentar los ingresos suponen un ahorro importante: el 8 % de la facturación de las empresas europeas, según las mismas previsiones para 2030.
- Sociedad: una mejor calidad ambiental y un mayor desarrollo económico ya son beneficios sociales por derecho propio, al igual que los aspectos positivos de los pequeños cambios del día a día, pero a eso se le puede agregar el empleo. Solo en Europa, se podrán crear cerca de 600 mil nuevos puestos de trabajo con la transición a una Economía Circular.
Hacer que la economía sea circular significa ganar tiempo y calidad de vida, mejorar la eficiencia e incluso conquistar nuevos negocios y mercados, generando así nuevos puestos de trabajo. Apostar por la Economía Circular significa mejorar el medio ambiente y proteger el planeta, y a todos los que lo habitan.