En Malaui, 15 millones de personas, el 80 % de la población, dependen para subsistir de la agricultura a pequeña escala, que les supone unos ingresos anuales agrícolas medios de 75 euros. Debido a la baja rentabilidad de su labor, la mayoría de estos agricultores se mantienen en una pobreza extrema y no pueden sostener sus familias. Se trata sobre todo de una agricultura de subsistencia que afronta numerosos retos para pasar a ser una agricultura comercial.
En primer lugar, la mayoría de los agricultores cultivan los mismos productos durante la estación de lluvias y cosechan al mismo tiempo, lo que reduce los precios en el mercado debido al exceso de oferta. En segundo lugar, los agricultores de regiones remotas tienen dificultades para llevar rápidamente sus productos frescos al mercado, y se ven obligados a aceptar los precios bajos que les ofrecen en su pueblo, si es que encuentran comprador. Además, al no tener Malaui salida al mar, el potencial para exportar las cosechas a mercados internacionales se ve limitado por el alto coste del transporte. El procesamiento de las cosechas puede afrontar los dos retos mencionados, ya que permite almacenarlas más tiempo. obtener precios mayores y venderlas en mejores mercados, incluso internacionales, con un valor por volumen mayor.
Sin embargo, la baja tasa de electrificación, especialmente en los pueblos, es un obstáculo para las opciones de procesamiento. La tecnologías de procesamiento basadas en energías renovables son una alternativa viable, pero los costes iniciales necesarios para instalarlas son prohibitivos para los pequeños agricultores. Además de las tecnologías de procesamiento, los agricultores carecen de información de los mercados para cultivar productos más rentables y de los conocimientos para hacer funcionar las máquinas procesadoras y mantener los estándares de calidad que requiere el comprador.
Proyectos: Cultivos con energía solar
País y & región/población: Malawi, Lilongwe
Categoría: Energía, agua y agricultura
Este proyecto fomenta el uso productivo de la energía solar en la cadena de valor posterior a la cosecha con un modelo de negocio circular que reparte los beneficios. Con el proyecto se suministran máquinas de secado y procesamiento alimentadas con energía solar en forma de servicio, de modo que los agricultores tienen acceso a ellas sin un alto precio inicial, y comparten los beneficios de las ventas de la cosecha, en lugar de pagar un precio fijo por el producto o servicio. De esta forma, los intereses económicos del promotor del proyecto y de los agricultores están alineados y llevan a una cadena de valor equilibrada.
Las tecnologías de procesamiento se instalarán en una ubicación centralizada y se proporcionarán como servicio a los agricultores. El servicio incluirá una combinación de acceso al mercado y procesamiento, y los agricultores pagarán un porcentaje de los ingresos procedentes de la venta de los productos procesados. El proyecto también enseñará a los agricultores buenas prácticas para alcanzar los requisitos de calidad de los compradores y les ayudará a conseguir las certificaciones necesarias.
El procesamiento de las cosechas retrasará su caducidad, mejorará la rentabilidad del concepto y, en especial, abrirá posibilidades de exportación. Al carecer de salida al mar, la opción más viable económicamente para Malaui es exportar productos procesados, lo que reduce su volumen y aumenta su valor por volumen transportado, al tiempo que retrasa su caducidad y permite unos plazos de transporte más prolongados.
Además, el proyecto contribuye indirectamente a combatir el problema de la malnutrición infantil en Malaui, ya que uno de los productos procesados es el cacahuete, que una organización asociada utiliza para elaborar alimentos terapéuticos con los que tratar la malnutrición.
Resultados esperados:
- 1000 agricultores con acceso a tecnologías de procesamiento con energía renovable
- 1000 agricultores formados en buenas prácticas para alcanzar los requisitos de calidad de los compradores y conseguir las certificaciones necesarias
- 200 % de aumento en los ingresos de los agricultores
- 800 toneladas de productos agrícolas procesados
Reducción de 120 toneladas de CO2