El Banco do Brasil y EDP acaban de poner en funcionamiento cuatro centrales solares fotovoltaicas con una capacidad instalada de 23 MWp. Mediante energía solar distribuida, los parques generarán energía para 365 sucursales del Banco do Brasil. Con este acuerdo, la institución cuenta ahora con siete unidades de producción de energía solar, dando continuidad a un movimiento que comenzó en febrero de 2020, con la inauguración de un proyecto en el estado de Minas Gerais, también en asociación con EDP.

Uno de los nuevos parques solares ya en funcionamiento es el primero del Banco do Brasil en la región Nordeste del país y abastecerá de energía limpia a cerca de 140 sucursales de la institución, que dejarán así de emitir mil toneladas de dióxido de carbono. Solo en este parque se han instalado 6 500 paneles solares, que generarán 8 GWh/año. Las otras tres centrales están situadas en los estados brasileños de Minas Gerais, Paraná y São Paulo.

En octubre de este año, las dos centrales que ya operan gracias a esta asociación (en los estados de Minas Gerais y Pará) superaron la marca de 30 GWh de energía producida, suficiente para abastecer durante un mes a una ciudad con 150 mil hogares. El éxito de este primer proyecto ha impulsado ahora la expansión del modelo a las operaciones del banco en todo el país. Para 2023, el Banco do Brasil prevé inaugurar más de 20 centrales fotovoltaicas que ya están en construcción. En total, unas 1 400 sucursales estarán cubiertas por la producción de energía renovable.

La inversión en proyectos de energía solar distribuida es uno de los ejes de crecimiento del grupo EDP a nivel global y, en concreto, de EDP Brasil. La empresa ya tiene xxMWp de proyectos contratados en varios estados brasileños.

La construcción de centrales solares también tiene beneficios sociales para las comunidades circundantes, ya que cada uno de los parques genera contrapartidas como la plantación de árboles en esas regiones y la instalación de paneles solares en instituciones sociales. La modalidad de generación solar distribuida también aporta otros beneficios a las regiones, como la generación de puestos de trabajo directos e indirectos y la mejora de la red energética.