EDP colabora en la primera guía mundial de buenas prácticas para proyectos solares flotantes
Un grupo de trabajo internacional reunió a 24 grandes empresas del sector de la energía, incluida EDP. El objetivo era definir las prácticas más eficientes y sostenibles para los parques solares flotantes.
EDP es la única empresa portuguesa del grupo de trabajo internacional que definió la primera guía global de buenas prácticas para la creación y el desarrollo de proyectos solares fotovoltaicos flotantes. El grupo (liderado por DNV, consultora especializada en energía y con actividad en más de 100 países) cuenta con 24 grandes organizaciones que trabajan en este sector energético, entre las que se incluyen empresas como EDF, Total, RWE, Acciona, Equinor o Statkraft.
La energía producida a partir de paneles solares instalados en estructuras flotantes, como embalses o lagos, es una tecnología que se está desarrollando en varios países y que tiene un gran potencial para la producción de energía limpia, sobre todo en zonas donde hay escasez de terreno disponible para instalar centrales solares. Aunque se trata de una tecnología prometedora, todavía hay una serie de aspectos complejos asociados a su instalación, desarrollo y gestión que han motivado la creación de este documento de «buenas prácticas».
A partir de los conocimientos y la experiencia que empresas como EDP tienen en este ámbito, se definieron varias recomendaciones para ayudar a los promotores de parques solares flotantes a desarrollar sus proyectos con la máxima eficiencia y el mínimo impacto medioambiental. La guía, que se publicó esta semana, recomienda las mejores prácticas a seguir en todas las fases de un proyecto, desde la ubicación y el diseño de una planta solar hasta cuestiones técnicas como la seguridad eléctrica, el anclaje y amarre de las plataformas flotantes o el control de la calidad del agua y las condiciones medioambientales.
EDP es una de las empresas pioneras del mundo en energía solar flotante, puesto que desarrolló un proyecto piloto en Europa en el embalse del Alto Rabagão, en Montalegre, en un lugar elegido para probar la producción de energía en las condiciones más adversas (como un valle profundo con suelo rocoso e importantes variaciones en el nivel del río). Con 840 paneles fotovoltaicos (unos 220 kW) que ocupan 2500 metros cuadrados del espejo de agua, esta unidad piloto se construyó en 2016 y ha probado con éxito la complementariedad entre la energía solar y la hidráulica, así como las ventajas medioambientales y económicas de esta nueva tecnología.
Dados los buenos resultados del proyecto en el norte del país, EDP prevé ahora instalar una nueva central solar flotante en el embalse de Alqueva, en el Alentejo, con cerca de 12 000 paneles (unos 4000 kW). Una vez más, el objetivo es garantizar la producción de energía renovable, combinando energía solar e hidroeléctrica, y reutilizar las infraestructuras existentes (como la conexión a la red de distribución), siempre de acuerdo con las normas medioambientales y de sostenibilidad.
A nivel mundial, esta tecnología está ganando terreno. En 2015, la capacidad de energía solar flotante era de solo 10 MW, pero se ha acelerado significativamente en los últimos años: a finales de 2020, ya sumaba 2 GW, y para 2025, la estimación es que los proyectos solares flotantes alcancen una capacidad total de 10 GW.