La visión y perspectivas del grupo EDP para 2024
En los dos últimos años nos hemos enfrentado a una crisis energética mundial y a un escenario macroeconómico difícil. Pero aun así, la empresa ha conseguido revisar al alza sus previsiones, con una perspectiva optimista para 2024. Por estos resultados, el CFO de EDP destaca el papel de los inversores y garantiza la inversión en proyectos de energías renovables que generen valor.
Teniendo en cuenta el escenario actual y las proyecciones económicas, tras una revisión al alza de las previsiones para 2023, ¿cuáles son las expectativas para los resultados financieros de la empresa en 2024?
Tras un año difícil en 2023, conseguimos alcanzar los objetivos fijados, lo que nos hace ser optimistas sobre los resultados de EDP en 2024. Creemos que estamos en vías de cumplir los objetivos comunicados en marzo del año pasado durante el Día de los Mercados de Capitales de EDP, previendo un beneficio neto de entre 1.200 y 1.300 millones de euros para 2024. Este resultado refleja la solidez de nuestra cartera diversificada y resistente. Prevemos un buen comportamiento en nuestro negocio ibérico integrado, impulsado por unos embalses hidroeléctricos por encima de los niveles máximos históricos, una tendencia que comenzó en 2023 y continuará este año. También destacamos la importancia de las redes de distribución de electricidad, impulsadas por dos revisiones regulatorias positivas en 2023: la reciente revisión de las tarifas reguladas de distribución de electricidad en Portugal, con un aumento del 4% respecto al año anterior, y el impacto de la revisión regulatoria de la distribución en Brasil. Además, la gestión activa de los costes financieros en 2023 debería tener un impacto positivo, debido al reequilibrio del peso de los dólares estadounidenses en nuestra deuda y a la reducción del peso de los reales brasileños en la deuda total. La adquisición del 100% del capital social de EDP Brasil también tendrá un impacto positivo en el beneficio neto del grupo para 2024.
Nuestros inversores tienen un papel fundamental como aliados en la transición energética
La crisis inmobiliaria china, las expectativas inflacionistas, las perturbaciones climáticas y geopolíticas, la elevada deuda pública... ¿Cómo responden los inversores a estas incertidumbres y cuáles son las perspectivas de las inversiones energéticas, teniendo en cuenta los distintos factores de riesgo?
SSin duda, en los dos últimos años el contexto macroeconómico y geopolítico ha planteado algunos retos para el desarrollo de las energías renovables. En particular, el año 2022 sirvió como llamada de atención no solo para el sector energético, sino para todos y cada uno de nosotros: tuvimos que hacer frente a una crisis energética mundial debido a la guerra, junto con la peor sequía en 90 años en la Península Ibérica. Este contexto, y el plazo cada vez más ajustado que tenemos para descarbonizar nuestro planeta, refuerzan la necesidad urgente de impulsar la transición energética, acelerando el crecimiento de las energías renovables y la electrificación del consumo. El compromiso de EDP con la transición energética se materializa en nuestros objetivos de invertir 25.000 millones de euros entre 2023 y 2026 y añadir alrededor de 18 GW de capacidad renovable.
Para ello, nuestros inversores desempeñan un papel fundamental, como aliados en la transición energética. Nuestro compromiso con los inversores es garantizar siempre la inversión en proyectos que generen valor, evaluando siempre los proyectos en relación con su riesgo y rentabilidad y cumpliendo nuestros objetivos de rentabilidad de >2% TIR/wacc (tasa de rentabilidad/coste medio ponderado del capital), que estamos alcanzando actualmente, incluso en este contexto de tipos de interés e inflación elevados.
"Los gobiernos ya están interviniendo y tienen que seguir haciéndolo con medidas concretas, garantizando un marco regulador estable y fiable para los inversores".
¿Qué hace falta para que el sector de las energías renovables recupere la confianza del mercado?
Las empresas del sector deben seguir trazando sus estrategias, centrando sus inversiones en las renovables, y es esencial que se mantenga la actual estrategia a largo plazo de la Unión Europea y EE.UU., junto con la consiguiente estabilidad normativa. Hemos asistido al lanzamiento de las medidas políticas adecuadas en la UE, que ahora aspira a contar con al menos un 40% de fuentes de energía renovables en su mix energético para 2030. Las directrices de la UE son esenciales y constituyen un primer paso muy importante, pero ahora el éxito de su aplicación y el camino hacia la transición energética dependen de los Estados miembros, que deben garantizar la rápida concesión de licencias y la conexión a la red de los proyectos de energías renovables. En EE.UU. se ha dado un paso importante con la Inflation Reduction Act, que ha dado visibilidad a los incentivos a la inversión durante más de diez años en diferentes tecnologías. Este ha sido el cambio más importante de la política energética federal en la historia de EE.UU., una medida extremadamente importante para aumentar la confianza de los inversores en este mercado.
Los gobiernos ya están interviniendo y tienen que seguir haciéndolo a través de medidas concretas, garantizando un marco regulatorio estable y fiable para los inversores, de lo contrario podríamos poner en peligro la transición energética. En EDP seguiremos aportando nuestro granito de arena continuando invirtiendo en tecnologías renovables “tradicionales”, pero también en soluciones innovadoras y, necesariamente, en redes eléctricas.