El coste de producir electricidad a partir de energías renovables ha ido descendiendo y se espera que esta tendencia a la baja continúe en los próximos años.
Algunas fuentes de energías renovables ya son más económicas que los combustibles fósiles.
Según datos de Bloomberg New Energy Finance, en una década, el costo nivelado de la energía eólica terrestre ha disminuido en aproximadamente un 60 %, mientras que el costo de la energía solar fotovoltaica se ha reducido en aproximadamente un 90 %. En el pasado, la instalación de estas tecnologías resultó en un costo extra para el sistema eléctrico, ya que el costo promedio de producción era superior al precio mayorista de la electricidad (que, a su vez, refleja los costos variables de las centrales térmicas). Sin embargo, el incentivo económico para estas renovables en la etapa de maduración tecnológica fue crucial para promover su desarrollo y obtener el efecto de escala en toda la cadena de valor, lo que permitió el abaratamiento de estas tecnologías.
En el caso de la eólica marina (cuando la infraestructura está ubicada en el mar) también se ha producido una fuerte caída en el nivel de coste tecnológico, pero aún se encuentra en una fase de desarrollo tecnológico menos avanzado si se compara con los otros dos mencionados. A pesar de ello, la energía eólica marina tiene un gran potencial, tanto por las áreas disponibles para la instalación de estos parques, como por el nivel del propio recurso eólico, que es más abundante y estable en el mar.
Fuente: BloombergNEF
Los cálculos excluyen las subvenciones y los créditos fiscales. El índice de referencia mundial se calcula utilizando promedios ponderados de las adiciones de capacidad de cada país, con la excepción de la energía eólica marina que utiliza la capacidad instalada total.
La energía eólica y solar son las más competitivas
La ganancia de competitividad de la producción de electricidad a través de fuentes de energía renovables, es decir, la eólica terrestre y la solar fotovoltaica, que son las tecnologías más maduras, ha sido tal que ya son más económicas que la producción de electricidad con combustibles fósiles en la mayoría de las regiones del mundo (Figura 2).
Fuente: BloombergNEF
Un incentivo para invertir
La reducción de los costes de producción ha hecho que, en la actualidad, la energía eólica terrestre y solar fotovoltaica ya no necesite ser subvencionada en la gran mayoría de regiones, lo que necesitan es tener visibilidad y estabilidad de ingresos a largo plazo. Esto se debe a que las energías renovables tienen una estructura de costos esencialmente fija y solo con la previsibilidad de los flujos de efectivo tienen acceso a financiamiento a costos competitivos.
Es por ello que, en los últimos años, la mayoría de países ha optado por introducir mecanismos de mercado competitivo para definir la remuneración a largo plazo de estas renovables. Uno de estos principales mecanismos utilizados es la realización de subastas. En el caso de Portugal, por ejemplo, se realizaron dos subastas de capacidad solar, una en 2019 y la otra en 2020. En ambas se ha batido hasta el momento el récord mundial de precio mínimo de la energía solar, con 14,80 € / MWh y 11,40 € / MWh, respectivamente. Y los que saldrán ganando son los portugueses, ya que estas nuevas incorporaciones de capacidad solar supondrán un ahorro significativo para los consumidores durante la próxima década.
Otro mecanismo cada vez más utilizado para remunerar las energías renovables son los contratos corporativos a largo plazo. En la práctica, se trata de contratos bilaterales entre un productor, que desarrolla la planta renovable, y una empresa, que comienza a adquirir electricidad verde para su actividad, mientras fija los costos con la compra de energía eléctrica por varios años.
Estimaciones futuras de energía eólica y solar revisadas sistemáticamente al alza
La creciente competitividad de las energías renovables significa que, en todo el mundo, está superando sistemáticamente los objetivos de capacidad renovable previamente definidos y revisando al alza las estimaciones futuras. Según la Agencia Internacional de la Energía, que publica anualmente el "World Energy Outlook" (WEO), las previsiones hasta 2030 son de un aumento significativo de la capacidad instalada de energía eólica y solar fotovoltaica en todo el mundo.
Fuente: Agencia Internacional de Energía
Supone la linealización de la capacidad en los intervalos de los años en los que existen estimaciones.
En conclusión, la fuerte ganancia en competitividad de las fuentes renovables durante la última década permite que la instalación de nuevas plantas con estas tecnologías pueda traducirse actualmente en importantes ahorros para los consumidores de electricidad. Además, las energías renovables permiten mejorar no solo el medio ambiente, sino también la economía, promoviendo la creación de empleo local y mejorando la balanza comercial del país al evitar la importación de combustibles fósiles.
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