La energía eólica es una de las energías renovables más importantes. En este artículo explicamos cómo se produce, los posibles usos y su importancia.
“Mire vuestra merced, (...), que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino”.
Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes, siglo XVII
Hoy en día, Don Quijote parece muy contemporáneo. Existen “gigantes y molinos de viento” que forman parte de nuestros paisajes para producir energía eléctrica de forma sostenible. Aprovechar la energía eólica no es algo reciente, hay que volver atrás en el tiempo hasta una época en la que el poder del viento se utilizaba incluso para mover barcos, bombear agua y moler el grano. Todavía hoy, su impacto continúa en aumento y puede, incluso cambiar el mundo en lo que a sostenibilidad se refiere.
En un momento en el que la escasez de recursos energéticos es una cuestión urgente, junto con la preocupación sobre el cambio climático o la apuesta por las energías renovables, como puede ser el poder del viento, es fundamental contar con un recurso inagotable y natural para que se materialice la transición energética y para la construcción de un futuro mejor.
La producción de energías renovables - energía eólica
Las energías renovables proceden de fuentes naturales y son capaces de regenerarse en un corto periodo de tiempo, de forma sostenible. Algunos ejemplos: energía eólica, energía solar, geotermia (el calor del núcleo de la Tierra), energía hidráulica y bioenergía.
Por otra parte, las energías no renovables, los combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas, necesitan cientos de millones de años para formarse. El factor agravante, cuando se queman para producir energía, es la emisión de gases de efecto invernadero con todos los efectos negativos que conllevan, como el dióxido de carbono.
Una de las ventajas de la energía eólica es que, al ser renovable, es esencial para la descarbonización y, por consiguiente, para mitigar el cambio climático.
El poder del viento
La energía eólica se obtiene de la fuerza del viento mediante una turbina de viento o un molino de viento. Estos equipos aprovechan la potencia del viento (transforman la energía cinética) y la transforman en energía eléctrica. Cuanto más grande es la turbina y la intensidad del viento, más electricidad se produce.
Para aprovechar al máximo el poder del viento, los parques eólicos se ubican en los lugares donde el viento sopla con más fuerza. La APREN (Asociación Portuguesa de Energías Renovables) explica que las plantas de energía eólica se localizan en zonas en las que la velocidad anual media del viento sobrepasa los 6 m/s, generalmente en áreas montañosas cerca de la costa.
Aparte de las instalaciones terrestres (onshore), las plantas de energía eólica pueden colocarse en el mar (offshore). En las regiones marítimas son capaces de aprovechar el viento de forma más efectiva al haber mucha más superficie disponible a pesar de las restricciones ocasionadas por la navegación, las zonas de pesca y las áreas protegidas.
Estos “molinos de viento gigantes” tienen, por lo general, entre 80 y 120 metros de altura y están ubicados en la dirección del viento. De esta forma, la fuerza generada por las corrientes de aire alimenta también el molino de viento. Y es dentro de la instalación donde ocurre la magia: se extrae la potencia del viento y la energía mecánica procedente de la rotación se convierte en energía eléctrica.
A continuación, la energía producida es conducida a través de cables soterrados hasta llegar a una subestación eléctrica, desde donde se lleva a los hogares, empresas y demás lugares a través de una red de distribución.
Una apuesta sostenible
Volviendo a Cervantes, no hablamos de una ilusión. La energía eólica es una realidad con innumerables ventajas para nuestro planeta, lo que quiere decir que tiene incontables beneficios para todos nosotros. Vamos a ver algunas de estas ventajas:
Renovable
La energía eólica proviene de un recurso natural inagotable: el viento.
Limpia
No emite gases nocivos ni genera residuos porque no requiere procesos de combustión. Al reducir el uso de combustibles fósiles, bajan las emisiones de dióxido de carbono y de otras sustancias perjudiciales que son responsables del cambio climático y del efecto invernadero.
Bajo coste
Esta energía es mucho más barata que cualquier otra, tanto por el coste del kW como por su mantenimiento, sobre todo en lugares en los que el viento es más fuerte y constante.
Independencia energética
Promueve la independencia energética y es autosuficiente, frente a los combustibles fósiles y la dependencia de otros países.
Beneficios locales
Genera inversiones y empleos, principalmente allí donde se instalan parques eólicos. Según la Asociación Eólica Europea (Wind Europe), solo en este sector se han creado en Europa 300.000 puestos de trabajo, además de otros beneficios en favor de las comunidades locales.
Versátil
Es prometedora y versátil, puesto que también puede combinarse con otras energías renovables, como la solar.
Segura
No implica grandes riesgos de gestión, si se compara con los combustibles fósiles.
(Buenas) Noticias sobre la energía eólica en el Planeta
La energía eólica representa actualmente el 15% de la electricidad de Europa. Wind Europe, una asociación que promueve el empleo de la energía eólica en Europa, publica información al respecto en su web y nos da la oportunidad de conocer cuál es la calidad del viento en tiempo real.
Según datos publicados por la Dirección General de Geología y Energía (DGEE) de Portugal, la energía eólica terrestre (onshore) representa una de las principales fuentes de energía del sistema eléctrico nacional, solo superada por la energía hidráulica en los años en los que se registran lluvias abundantes. Aunque se distribuye por todo el país, la producción de electricidad procedente de la energía eólica se localiza en distritos como Castelo Branco, Coimbra, Faro, Guarda, Leiria, Lisboa, Viana do Castelo, Vila Real y Viseu.
Las buenas noticias para el mundo son las que se desprenden del Informe Eólico Global 2022 por el impacto positivo que tiene y puede tener la energía eólica. A destacar:
- Europa, América Latina, África y Oriente Medio, han batido récords de nuevas instalaciones terrestres.
- En 2021 se pusieron en marcha 21,1 GW de capacidad de energía eólica offshore (marina), tres veces más que en 2020. Esto convierte a 2021 en el mejor año de la historia para la energía eólica offshore.
- La capacidad global de energía eólica supera en la actualidad los 837 GW, lo que ayuda al planeta a evitar la emisión de más de 1,2 mil millones de toneladas de CO2 anuales.
- Las perspectivas del mercado para la industria mundial de energía eólica son todavía más positivas. Se espera que durante los próximos cinco años, se sumen otros 557 GW de capacidad a los 837 actuales. Eso supone unos 110 GW al año.
- Sin embargo, este crecimiento necesita multiplicarse por cuatro para el final de esta década si el planeta quiere mantener la senda de 1,5°C y cero emisiones líquidas de carbono para el año 2050.
Apostar por la energía eólica es tener una visión orientada al cambio medioambiental, a la sostenibilidad y a la construcción de un mundo mejor. Lo más importante es recordar que “La energía renovable es (también) la energía de la libertad”, adaptando la cita que introduce el vídeo de apertura de WindEurope 2022.
La amenaza de los gigantes, no los de Don Quijote, sino los de la industria energética contaminante, continúan existiendo. Pero la realidad de la energía eólica y de otras energías renovables están alcanzando más relevancia. Ellas son el presente y el futuro.