La energía solar es una de las fuentes de energía renovable más importantes que posee el planeta. Descubra cómo podemos utilizarla para generar nuestra propia electricidad.
La energía solar, como fuente de energía renovable, desempeña un papel muy importante en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la mitigación del cambio climático. El futuro pasa por un uso cada vez más eficiente de este recurso para la producción de electricidad.
El sol alimenta toda la vida en la Tierra. Este recurso vital emite energía y proporciona calor y luz. Sólo la mitad de la radiación solar llega a la superficie de la Tierra, el resto es absorbida o reflejada por las nubes y la atmósfera. Sin embargo, recibimos suficiente energía solar para satisfacer millones de veces las necesidades energéticas de toda la humanidad.
La energía solar puede utilizarse directamente para generar electricidad, para calentar e iluminar viviendas y empresas y para calentar agua. También existen diversas posibilidades para usos comerciales e industriales.
¿Cómo se produce electricidad a partir de la energía solar?
Es posible producir electricidad utilizando esta energía mediante placas solares, que son de dos tipos:
- Fotovoltaicas: las placas solares fotovoltaicas convierten directamente la luz solar en electricidad mediante el "efecto fotovoltaico". Las células solares están hechas de materiales semiconductores, como el silicio, que generan una corriente eléctrica cuando se exponen a la luz solar. Los módulos solares están formados por varias células conectadas en serie para aumentar la tensión eléctrica, y se conectan en serie o en paralelo para generar electricidad suficiente para almacenarla en baterías o suministrarla directamente a la red. El mantenimiento de las placas solares fotovoltaicas es crucial para mantener la eficiencia de la conversión de la energía solar.
- Térmicas: las temperaturas que se alcanzan cuando se produce la concentración de los rayos solares directos pueden superar los 1000°C. La energía solar térmica se conoce internacionalmente como "Concentrating Solar Power" (CSP). Los espejos utilizados concentran la luz solar, para calentar un fluido, generando vapor que a su vez hace girar las palas de una turbina, creando un movimiento de rotación del eje del generador que produce electricidad.
¿Cuáles son las ventajas de utilizar la energía solar para producir electricidad?
- Es un recurso gratuito y abundante.
- No es contaminante. La única contaminación (residual) procede de la fabricación de los equipos necesarios para construir las placas solares.
- Las plantas solares requieren poco mantenimiento.
- La tecnología asociada a las placas solares está cada vez más desarrollada y su coste es cada vez más asequible.
- Es una excelente solución para lugares de difícil acceso, ya que su instalación, a pequeña escala, no requiere grandes inversiones en líneas de transmisión.
¿Y las desventajas?
- La producción de energía depende de las condiciones meteorológicas del país y de la región, por lo que se ve limitada durante el invierno o cuando las condiciones meteorológicas son más adversas.
- Durante la noche no es posible producir electricidad, lo que obliga a almacenar la energía producida cuando las condiciones lo permiten.
- Los métodos de almacenamiento de la energía solar siguen considerándose poco eficientes en comparación con los combustibles fósiles y la energía hidroeléctrica (masas de agua en embalses/presas).
Medidas de la Unión Europea (UE) en materia de energía solar
- En los últimos años, la UE ha fijado objetivos ambiciosos para acelerar la transición a las energías renovables. Un porcentaje cada vez mayor de las necesidades energéticas de Europa ya se satisface con la utilización de fuentes de energías renovables. En 2021, más del 22% de la energía final bruta consumida en la UE fue generada a partir de fuentes renovables.
- Pero el reto de la transición a las fuentes de energía renovables no radica sólo en la capacidad de producción. Las centrales eléctricas tienen que estar conectadas a una red que pueda acoger la creciente capacidad de producción y llevarla a los usuarios finales.
Los "prosumidores"
Algunas regiones animan cada vez más a particulares y empresas a convertirse en productores-consumidores -prosumidores (prosumers), produciendo electricidad mediante placas solares para satisfacer sus propias necesidades energéticas y, con el excedente, alimentar la Red Eléctrica Pública.
La inversión en producción y almacenamiento de energía, aparte de los evidentes beneficios en ahorro de costes, puede ser fundamental para acelerar la transición energética de Europa y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El autoconsumo de energía en Portugal está permitido desde hace muchos años. El Reglamento n.º 266/2020, de 20 de marzo, aprobó el Reglamento de Autoconsumo de Electricidad y el Decreto-Ley n.º 15/2022, de 14 de enero, establece el funcionamiento y organización del Sistema Eléctrico Nacional, transponiendo la Directiva (UE) 2019/944 y la Directiva (UE) 2018/2001.
La energía producida es consumida en su mayor parte por el productor, pero el excedente puede inyectarse en la red.
Las crisis energéticas -como las ocurridas a raíz de la guerra de Ucrania, por ejemplo- y sus respectivas consecuencias para la mayoría de los países; y los avances tecnológicos, que han hecho que las placas solares fotovoltaicas sean cada vez más eficientes y accesibles, son dos factores que han acelerado la adopción de esta fuente de energía por parte de cada vez más personas y países.
La cantidad de luz solar que incide sobre la superficie de la Tierra durante una hora y media es suficiente para alimentar todo el consumo energético mundial durante un año. Dieciocho días de sol generan la misma cantidad de energía almacenada en todas las reservas de carbón, petróleo y gas natural del planeta, según la oficina estadounidense de eficiencia energética.
Todo apunta a que la energía solar se convertirá, en un futuro cada vez más cercano, en la principal fuente de energía de la humanidad.