Durante más de treinta años, los doscientos metros de altura de las chimeneas de la Central Termoeléctrica de Setúbal formaron parte del paisaje de los que viven y pasan por ahí.
Sin embargo, el escenario ha cambiado el 29 de marzo de 2020: las chimeneas fueron derribadas como parte del desmantelamiento de la central, que estuvo cerrada desde el año 2013.
Los tiempos cambian, la producción de energía cambia
La construcción de la central comenzó a principios de la década de 1970 y el primer grupo ha empezado a operar en la misma década. Esta fue la última central térmica convencional en Portugal que quemaba fuel. Produjo electricidad durante 35 años, hasta que ha dejado de funcionar en el año 2013.
Hasta la apertura de la Central Termoeléctrica de Sines, la Central Termoeléctrica de Setúbal fue la central termoeléctrica más grande e importante del país, llegando a abastecer a aproximadamente 25 % de la población portuguesa en las décadas de 1980 y 1990.
La Central Termoeléctrica de Setúbal llegó a tener 250 puestos de trabajo permanentes. Con su cierre, los colaboradores que cumplían con las condiciones necesarias se jubilaron o solicitaron su jubilación anticipada y los demás se reincorporaron al Grupo EDP. Muchos de ellos todavía siguen en la empresa.
«Miro hacia el pasado y puedo ver que he trabajado con mucha paz y alegría».
Miguel Simas, jubilado de EDP y exdirector de la Central Termoeléctrica de Setúbal
“Teníamos una familia aquí. Hemos pasado Nochebuenas y noches de Año Nuevo aquí. Reuníamos el equipo como se fuéramos una familia. Y después, a la medianoche, hablábamos con nuestras familias reales…”
Nuno Marques, Empleado EDP
Derribar chimeneas en 3, 2, 1...
Se colocaron alrededor de doscientos kilogramos de explosivos en cada una de las chimeneas, y también se colocaron explosivos en pequeñas piletas alrededor del sitio de la caída, para garantizar que el derrumbe estuviera acompañado por una cortina de agua que permite reducir el polvo generado durante el proceso.
Toda la operación se ha coordinado con las autoridades locales, para garantizar que el proceso de derrumbe cumpliera con todos los requisitos de seguridad.
Desactivar una central paso a paso
El derribo de estas chimeneas es solo un paso dentro de un proceso mucho más largo y complejo como es la desactivación de una central. Este proceso pasa por 3 fases:
Fase 1: Desactivación
Esta fase tiene como objetivo hacer que la instalación sea segura y sin riesgo de generar un daño ambiental. Entre otras actividades, se lleva a cabo la eliminación de fueloil y productos químicos en la instalación; limpieza de tanques y tuberías, etc.
Fase 2: Desmantelamiento
Esta es la fase que incluye el derribo de las chimeneas. Comenzó en 2016 y su fecha de finalización está programada para finales de 2020.
Hasta la fecha (29 de marzo de 2020), se han desmantelado por completo dos calderas y dos turbo-grupos, de los 4 que existían inicialmente. También se derribaron otros edificios auxiliares y otros equipos, como tanques de combustible, transformadores de potencia, filtros, etc.
Fase 3: recalificación ambiental del terreno de la central
Después de completar el trabajo de desmantelamiento y demolición, se lleva a cabo un estudio de los suelos para identificar posibles fuentes de contaminación y determinar las acciones necesarias para remediarlo. Este análisis y cualquier acción posterior se llevarán a cabo desde comienzos de 2021.
Todo el proceso de desactivación se coordina con la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente.
El futuro solo puede ser renovable
Con la vista puesta en el futuro, EDP asumió, en su estrategia para 2030, un claro compromiso para con las energías renovables y la lucha contra el cambio climático. Con el compromiso de alcanzar más del 90 % de su producción a partir de fuentes renovables y sin carbón, se asume que los combustibles fósiles son fuentes del pasado y que no tienen cabida en el futuro verde que queremos construir.
En 2030, la Central de Setúbal existirá solo en las imágenes y recuerdos de aquellos que pasaron por allí. Una central que jugó un papel fundamental en hacer llegar la electricidad al hogar de muchas personas, pero condicionada por su tiempo y contexto.
El futuro ahora es más sostenible y traerá nuevos desafíos, nuevas imágenes y nuevos recuerdos para quienes participen en este nuevo capítulo en la historia de la energía.
Vea algunas de las imágenes de la Central en su fase de desactivación: